10 de noviembre de 2009

LA CRÓNICA DE JUAN

ATLÉTICO (2) - R. MADRID (3)

Kaka (5'), Marcelo (24'), Higuaín (63'), Forlán (78'), Agüero (80')


Lo que se vivió el sábado en el Calderón no se puede describir con palabras. Por más que intente resumirlo en estas líneas me quedaré corto. Fue un partido frenético, y tuvo todo lo que se le puede exigir a un derby: emoción, polémica, fútbol y goles.

El Atlético llegaba al choque con los ánimos renovados y con mucha confianza en sus posibilidades. Y todo gracias a Quique, un hombre que ha sabido levantar la moral de un equipo hundido, aunque queda ver si lo acompaña de resultados. Como ya hiciese contra el Chelsea, el técnico madrileño dejó a Ag
üero de inicio en el banquillo, y apostó por Simao y Reyes en las bandas, Forlán solo en punta, y Jurado por detrás. En el doble pivote, R. García y Cléber. Ninguno de los dos son medios defensivos, algo que le vino muy bien al Madrid, y sobre todo, a Kaka. El mediapunta brasileño se movió con total libertad, y ya a los cinco minutos había adelantado a los suyos con un disparo desde fuera del área.


La historia empezaba como casi siempre. Gol tempranero del Madrid. Y el Atleti incapaz de reaccionar. Pellegrini repitó el once de los últimos partidos (a excepción de Albiol), y aunque el Madrid tampocó hizo un partidazo, si que parece evidente que el equipo ha mejorado y ha encontrado un camino y una base sobre la que sustentarse. Se ve un mejor trabajo colectivo, más movimiento en ataque, un mejor aprovechamiento de las bandas y las líneas más juntas. Todo ello, unido a las bondades de los locales, hicieron que el Madrid apenas sufriese en el primer tiempo. Al contrario. Marcelo fusiló a Asenjo tras un pase de Benzema y puso el segundo en el marcador. El partido parecía resuelto. Y más tras el gol de Higuaín. En uno de los muchos fallos de la defensa rojiblanca, Perea perdió el cuero ante el Pipita y éste enfiló la portería para batir a Asenjo con precisión. Justo antes de ser sustituido por Raúl. Pero a partir de ese instante, el mundo se volvió del revés.

Para empezar, Agüero, que había entrado en el descanso, provocó la expulsión de Ramos. Con uno menos, el Madrid comenzó a sufrir de lo lindo en defensa. Y con Raúl como único delantero, el ataque quedó totalmente inútil. Y es que jugar a la contra con el capitán solo en punta es una broma de mal gusto.


Los de Quique se vinieron arriba y liderados por el Kun se pusieron a un tanto en apenas dos minutos. Primero Forlán y luego el propio delantero argentino pusieron el miedo en el cuerpo a los madridistas. Y todavía quedaba partido como para culminar la remontada. Por suerte para los blancos, apareció San Iker, que salvó las ocasiones que le fueron llegando a continuación. Los hombres de Pellegrini aguantaron como pudieron el asedio rojiblanco y los locales se quedaron sin premio a su esfuerzo final.


Al termino del partido me sentí aliviado. Mucha tensión acumulada (los cuatro minutos de prolongación se me hicieron eternos). Pero por fortuna, el Madrid volvió a llevarse el derby. Y es que, como dice esa canción de Julio Iglesias, la vida sigue igual...

Por Juan José Fernández Pérez

1 comentario:

  1. Un partido que se le puso totalmente de cara al Real Madrid. Si el Atleti hubiese despertado antes los blancos hubiesen sufrido mucho. El Madrid se impuso como en todos los derbis de los últimos años. Este equipo se le atraganta al Atlético.

    ResponderEliminar