Últimamente, cuando un colegiado español se equivoca, se suele recurrir a frases como "los árbitros ingleses son mejores" o "ésto en Inglaterra no ocurre". Pues bien, ¿qué tenemos que decir entonces del espectacular gol de la pelota de playa?
Un niño, aficionado del Liverpool, arrojó un balón de playa con el escudo de su equipo que estuvo deambulando tranquilamente por el área de Pepe Reina. Darren Bent (delantero del Sunderland en muy buena forma, aprovecho para decirlo) anotó el único tanto del encuentro tras un disparo que impactó en la ya mencionada pelota, despistando por completo al guardameta español. El árbitro, demostrando su estrecho dominio del reglamento, dio el gol por válido, firmando la tercera derrota consecutiva de los 'reds', que se alejan de los primeros puestos. ¿Qué habría dicho el gran Andrés Montes de haber vivido este esperpento?
El debate posterior giraba en torno a la repetición del partido. Y, como no podía ser de otra manera, la decisión del comité ha sido reabrir la famosa 'nevera'. El próximo enfrentamiento que pitará Mike Jones, protagonista de la película, será en la Championship. Es el primer capítulo de su destierro. Dentro de poco no va a haber espacio para árbitros exiliados en las divisiones inferiores. Al menos no han permanecido impasibles como suele ser costumbre...
Los colegiados británicos siempre han estado muy sobrevalorados. La verdadera diferencia del fútbol inglés está en la disciplina de los jugadores; allí no se protesta, no se finge y si alguién es expulsado abandona el campo sin montar un teatrillo. Más fácil sería ver a Bent con la pelota bajo el brazo reprochando al árbitro la ilegalidad del tanto, que al 'de negro' anulándolo. Los colegiados son como en casi todas partes. Aunque realizan un trabajo que, desde mi punto de vista, se sitúa entre los más difíciles y poco gratificantes, también hay que decirlo.
Otro ejemplo de error garrafal fue el penalti que se tragó el colegiado Kevin Friend cuando Bosingwa derribó clarísimamente al 'villano' Agbonlahor dentro del área. ¡Cuánto de menos se echa al ilustre Pierluigi Collina! ¿A qué sí?
Aquí tenéis la joya:
Un niño, aficionado del Liverpool, arrojó un balón de playa con el escudo de su equipo que estuvo deambulando tranquilamente por el área de Pepe Reina. Darren Bent (delantero del Sunderland en muy buena forma, aprovecho para decirlo) anotó el único tanto del encuentro tras un disparo que impactó en la ya mencionada pelota, despistando por completo al guardameta español. El árbitro, demostrando su estrecho dominio del reglamento, dio el gol por válido, firmando la tercera derrota consecutiva de los 'reds', que se alejan de los primeros puestos. ¿Qué habría dicho el gran Andrés Montes de haber vivido este esperpento?
El debate posterior giraba en torno a la repetición del partido. Y, como no podía ser de otra manera, la decisión del comité ha sido reabrir la famosa 'nevera'. El próximo enfrentamiento que pitará Mike Jones, protagonista de la película, será en la Championship. Es el primer capítulo de su destierro. Dentro de poco no va a haber espacio para árbitros exiliados en las divisiones inferiores. Al menos no han permanecido impasibles como suele ser costumbre...
Los colegiados británicos siempre han estado muy sobrevalorados. La verdadera diferencia del fútbol inglés está en la disciplina de los jugadores; allí no se protesta, no se finge y si alguién es expulsado abandona el campo sin montar un teatrillo. Más fácil sería ver a Bent con la pelota bajo el brazo reprochando al árbitro la ilegalidad del tanto, que al 'de negro' anulándolo. Los colegiados son como en casi todas partes. Aunque realizan un trabajo que, desde mi punto de vista, se sitúa entre los más difíciles y poco gratificantes, también hay que decirlo.
Otro ejemplo de error garrafal fue el penalti que se tragó el colegiado Kevin Friend cuando Bosingwa derribó clarísimamente al 'villano' Agbonlahor dentro del área. ¡Cuánto de menos se echa al ilustre Pierluigi Collina! ¿A qué sí?
Aquí tenéis la joya:
A propósito de malos delanteros
ResponderEliminarDon Melquíades, la voz del Estadio Azteca, lo hubiera narrado así: “Gol anotado por… una pelota de playa roja”. Pero el gol en cuestión cayó en otro lugar. No fue en ligas como la Satélite o la del Ajusco, la Independencia o la de Mixcoac en la Ciudad de México, en las que hay cosas más raras que una anotación cuya autoría es obra de una esfera colorada.
Fue en el país que presume tener la mejor liga del mundo: Inglaterra.
En nuestro torneo, un poco más modesto, no sobran campos cuyo césped parece green de golf o equipos cuya fecha de fundación se acerca al año en que murió Napoleón. Lo que sí hemos tenido a mares son jugadores cuya escasa puntería hacen ver como un delantero temible a la pelota de playa.
Si yo hubiese sido el Depor... hubiese fichado a esa pelota en vez de a Omar Bravo.
http://royal-shrovetide-football.blogspot.com/
Bueno, bueno lo q hay que oir.1º:si ese gol lo mete messi con el barcelona a lo mejor nadie sabe porque ese arbitro pitaria en la final de la copa del rey; 2º:si lo mete cr ese arbitro qda en la nevera(que no tiene nada q ver con pitar en segunada o tercera division, en la nevera estas de vacaciones, no trabajas no cobras, pero pitar partidos de peor nivel es q te hacen ir a trabajar pero en condiciones peores y cobrando mucho menos)y ademas como le pasó a mejuto te tiran de las competiciones internacionales q te habian asignado,quiza el mundial, para q otro arbitro con los mismos fallos vaya xti.
ResponderEliminarA nadie le interesa cambiar sto xq la fifa unida a las diferentes federaciones de cada pais son una mafia con el interes de todo el mundo,el dinero.
Claro, el fútbol es una enorme conspiración a favor del Barça, el reglamento está en un segundo plano.. Bueno, tonterías aparte, yo creo que este grupo arbitral va directo a la nevera. Creo que han querido suavizar la situación primero relegando a Mike Jones a segunda en vez de congelarlo directamente. El motivo es que si el comité toma la decisión firme de mandar a la nevera al árbitro, se vería obligado a tomar alguna medida importante en torno al partido (repetición, suspensión...)ya que ellos mismos estarían dejando ver la importancia del error. De esta manera castigan al colegiado pero vuelven a disfrutar de su pasividad inquebrantable. El gol seguirá siendo válido. Todo lo del árbitro es una tapadera para ocultar su caciquismo, su pasividad. Nunca hacen nada, se inventan cualquier cosa con tal de no rectificar ni una sola vez.
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