Hoy vamos a recordar una vieja y maravillosa historia del fútbol inglés. Había una vez, un valeroso guerrero, conocido como Dixie Dean, que defendió durante años el reino de Goodison Park. Si recuperamos esta leyenda de los albores del fútbol, nadie puede poner en duda que el Everton puede presumir de haber tenido en sus filas a todo un mítico del balompié, William Ralph Dean, posiblemente el mejor jugador de la historia 'toffee'. Dixie posee u n récord imposible de superar desde 1928, ser el jugador que más goles ha anotado en un solo campeonato.
El único y genial Dean fue capaz de anotar la friolera de 60 goles en 39 encuentros de Liga. Los números que abarcan su carrera tampoco son muy comunes: 349 tantos en 399 partidos.
William Ralph Dean nació en el mismísimo Liverpool y comenzó su andadura en el Tranmere Rovers, donde cosechó una marca de 30 goles. Con 18 años, el Everton puso la mirada en el joven delantero y lo reclutó para su escuadrón. En su segunda temporada con los 'toffees' (corrían los años 1925-26) empezó a mostrar su eficacia goleadora con 32 premios en 38 partidos. Dean ya era el nuevo ídolo de Goodison Park.
La carrera de astro inglés estuvo a punto de terminar repentinamente cuando Dixie sufrió un accidente de moto que a punto estuvo de alejarle del deporte. Pero contra todo pronóstico y con unas placas de acero en el cráneo, el ariete volvió a la primera línea de fuego de Merseyside.
Tras su vuelta a los terrenos de juego sus marcas fueron insuperables. El récord en la temporada 1927-1928; 26 goles en 29 partidos en la 28-29; 23 en 25 en la siguiente; 39 en 37... toda una locura. Dixie atraería el título de liga a Liverpool con otra escalofriante marca: 45 dianas en 38 encuentros. No hace falta decir nada más.
Su carisma, su eterno romance con el gol y sus proezas al frente del Everton hicieron a este grandísimo jugador merecedor de una estatua en pleno Goodison Park, catedral que vio crecer y también morir a Dean en 1980. A sus pies descansan tres palabras que definen a la perfección al delantero: "Dixie Dean: Footballer, Gentleman, Evertonian".
Sus últimos años los pasó regentando un pub en Chester, donde muchos aficionados se acercaban para ver con sus propios ojos a la divina leyenda. Tuvo un final duro, sufriendo la muerte de su mujer, la amputación de su prodigiosa pierna derecha y siendo finalmente víctima de un infarto en el estadio que fue su casa. Sólo una palabra cabía en su corazón: Everton.


No conocía la historia de esta leyenda inglesa, es justo el tipo de jugador que necesita mi Atleti. Además le pasó lo peor que le puede pasar a un futbolista... la amputación de una de sus piernas. El último caso asi que recuerdo es el de Dario Silva, pero no llegó ni a la sombra de este gran Dixie Dean.
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