14 de diciembre de 2009

FOOTBALLER, GENTLEMAN, EVERTONIAN


Hoy vamos a recordar una vieja y maravillosa historia del fútbol inglés. Había una vez, un valeroso guerrero, conocido como Dixie Dean, que defendió durante años el reino de Goodison Park. Si recuperamos est
a leyenda de los albores del fútbol, nadie puede poner en duda que el Everton puede presumir de haber tenido en sus filas a todo un mítico del balompié, William Ralph Dean, posiblemente el mejor jugador de la historia 'toffee'. Dixie posee u n récord imposible de superar desde 1928, ser el jugador que más goles ha anotado en un solo campeonato.


El único y genial Dean fue capaz de an
otar la friolera de 60 goles en 39 encuentros de Liga. Los números que abarcan su carrera tampoco son muy comunes: 349 tantos en 399 partidos.





William Ralph Dean nació en el mismísimo Liverpool y comenzó su andadura en el Tranmere Rovers, donde cosechó una marca de 30 goles. Con 18 años, el Everton puso la mirada en el joven delantero y lo reclutó para su escuadrón. En su segunda temporada con los 'toffees' (corrían los años 1925-26) empezó a mostrar su eficacia goleadora con 32 premios en 38 partidos. Dean ya era el nuevo ídolo de Goodison Park.

La carrera de astro inglés estuvo a punto de terminar repentinamente cuando Dixie sufrió un accidente de moto
que a punto estuvo de alejarle del deporte. Pero contra todo pronóstico y con unas placas de acero en el cráneo, el ariete volvió a la primera línea de fuego de Merseyside.

Tras su vuelta a los terrenos de juego sus marcas fueron insuperables. El récord en la temporada 1927-1928; 26 go
les en 29 partidos en la 28-29; 23 en 25 en la siguiente; 39 en 37... toda una locura. Dixie atraería el título de liga a Liverpool con otra escalofriante marca: 45 dianas en 38 encuentros. No hace falta decir nada más.

Su carisma, su eterno romance con el gol y sus proezas al frente del Everton hicieron a este grandísimo jugador merecedor de una estatua en pleno Goodison Park, catedral que vio crecer y también mo
rir a Dean en 1980. A sus pies descansan tres palabras que definen a la perfección al delantero: "Dixie Dean: Footballer, Gentleman, Evertonian".

Sus últimos años los pasó regentando un pub en Chester, donde muchos aficionados se acercaban para ver con sus propios ojos a la divina leyenda. Tuvo un final duro, sufriendo la muerte de su mujer, la amputación de su prodigiosa pierna derecha y siendo finalmente víctima de u
n infarto en el estadio que fue su casa. Sólo una palabra cabía en su corazón: Everton.






1 comentario:

  1. Jesus Gil y Gil y tal17 de diciembre de 2009, 4:29

    No conocía la historia de esta leyenda inglesa, es justo el tipo de jugador que necesita mi Atleti. Además le pasó lo peor que le puede pasar a un futbolista... la amputación de una de sus piernas. El último caso asi que recuerdo es el de Dario Silva, pero no llegó ni a la sombra de este gran Dixie Dean.

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