EL GETAFE DE MÍCHEL: DEL ABISMO DEL DESCENSO A LUCHAR POR EUROPA

Por Javier Frisuelos

A finales de abril del año pasado Víctor Muñoz era destituido del banquillo del Getafe tras la derrota por un gol a dos contra el Villarreal. Con el equipo decimoséptimo a solo un punto del descenso y con tan solo cinco jornadas por disputarse, el abismo de la segunda estaba más cerca que nunca para un club que en sus cuatro anteriores participaciones en Primera División apenas había tenido problemas para mantener la categoría. Tocaba buscarle sustituto al técnico zaragozano y Ángel Torres lo vio claro, había que volver al modelo de campañas anteriores, el de apostar por un entrenador joven, exjugador de nivel pero sin apenas experiencia en los banquillos. El elegido esta vez era Míchel, una apuesta más arriesgada si cabe que de costumbre ya que el mítico 8 madridista no venía con mucho cartel tras no lograr el ascenso a Segunda con el Rayo Vallecano en la 2005/2006 y descender al Castilla a Segunda B en la temporada siguiente.
Al carismático presidente del Getafe le volvía a salir la jugada redonda. Fichado únicamente para lo que restaba de temporada, a Míchel hay que reconocerle el mérito de lograr que el equipo volviera a apostar por el toque y el buen juego a pesar de la agónica situación en la que se encontraba. El balance en esos cinco últimos partidos fue de 2 victorias, 2 empates y una derrota, suficiente para que el club del sur de la capital se quedara en Primera, tras el 1-1 en un partido de infarto en El Sardinero. Con el objetivo cumplido, Torres no dudó en renovarle dos años más junto a su ayudante, Juan Eduardo Esnáider.

Ocho meses después de la llegada del técnico madrileño el panorama es muy distinto en Getafe. Tras diecisiete jornadas de liga el equipo está en el séptimo puesto de la clasificación con 27 puntos, con balance de 9 victorias y 8 derrotas, a 3 puntos de UEFA, 4 de Champions y 13 por encima del Málaga, equipo que ocupa la última plaza de descenso. Tras un inicio un tanto irregular, el colchón de puntos respecto a la zona de peligro está permitiendo que poco a poco vaya desarrollando su juego. La trayectoria en los últimos siete partidos es magnífica, con cinco victorias por solo dos derrotas. Además es el Getafe más goleador en la jornada 17 en estos seis años en Primera, con 26 tantos, y con más puntaje (27, como decíamos antes). Con esos registros se han superado incluso los totales de la primera vuelta de la temporada 2006/2007, en la que el equipo obtuvo 26 puntos. A Míchel le quedan todavía dos partidos para superar con más holgura esos números en la primera mitad del campeonato (contra el Málaga en La Rosaleda y el Atlético de Madrid en casa). Además con la victoria 5-1 este pasado miércoles precisamente ante el Málaga, certificaba su presencia en los cuartos de final de la Copa de S.M. el Rey, ronda en la que se enfrentará al R.C.D. Mallorca. Con todos estos datos sobre la mesa resultaría obvio decir que esta temporada con Míchel en el banquillo está siendo la mejor en la corta andadura del club en Primera, sin embargo el ambiente que se pulsa en el Coliseum no se corresponde del todo con la buena marcha del equipo. Analizamos la cara y la cruz de este Getafe.

Incorporación de Pedro León. Tras un verano polémico con dos meses de negociaciones entre las directivas de Getafe y Valladolid, el murciano llegaba escasos días antes del inicio de liga ante el Rácing de Santander. Poco ha tardado en justificar los esfuerzos de Ángel Torres por incorporarle y esos más de 4 millones de euros invertidos en el traspaso. El “Beckham de Mula” está confirmando todo lo que ya apuntó la campaña pasada en Pucela: un regate, una velocidad y un golpeo con la pierna derecha espectaculares. Como muestra de ello, los golazos ante Valencia y Osasuna. Se irá a un grande el próximo verano con total seguridad.

Acierto de Soldado. Lleva 10 goles en 15 partidos jugados, solo por detrás de Messi, Villa, Ibrahimovic e Higuaín en la tabla del pichichi. De ese acierto depende en una enorme medida el Getafe, ya que es el único nueve nato del equipo una vez que Kepa parece no contar para Míchel. Su temporada está siendo fantástica, con dos hat-tricks contra Rácing y Xerez, y ya se han rechazado varias ofertas por él, la del Rubin Kazan ruso y la del Blackburn Rovers, club que estaba dispuesto a pagar alrededor de 11 millones de euros por el traspaso del valenciano en este mercado invernal. Incluso el diario L’equipe le ha designado recientemente “jugador de la semana en Europa” tras sus dos goles en la Jornada 15 contra el Sevilla. Lo más probable es que abandone el club en junio y por eso la secretaría técnica ya ha movido ficha confirmando el fichaje del delantero venezolano del Valencia, Miku.

El asentamiento en el once inicial de las piedras angulares del equipo en pasadas campañas. Nos referimos a jugadores como Gavilán, Casquero o Cortés que no aparecieron mucho en las primeras jornadas y que ahora son fijos en el once. Casquero va recuperando la llegada de segunda línea que le caracteriza, y Gavilán está en un momento de forma espectacular. Además hay que destacar el crecimiento de Derek Boateng en el mediocentro. Llegado del Colonia alemán en agosto por un millón de euros, el ghanés había pasado más bien desapercibido en las primeras jornadas, pero ante los problemas físicos de Celestini se ha ido ganando la confianza de Míchel y está respondiendo de manera notable. Ahora mismo es un fijo en el 4-3-3 del técnico madrileño.

Portería más estable que la campaña anterior. No olvidemos que tan vital puesto fue uno de los talones de Aquiles el año pasado, ocupado hasta por cuatro guardametas: Pato Abbondanzieri, Ustari, Jacobo y Stojkovic, sin mucho acierto ninguno de ellos. Ustari ya contó con la confianza de Míchel en las últimas jornadas de la temporada pasada, y empezó la actual como titular fijo, más maduro que en temporadas anteriores y demostrando haber superado su rotura de ligamento cruzado. Sin embargo un error contra el Villarreal propició la titularidad de Jordi Codina en estos cuatro últimos partidos en los que el portero barcelonés ha dado un plus de seguridad a la defensa, a pesar de algún error puntual como el que propició el gol del Tenerife en su primer partido.

Pitos a Adrián González. Casi inédito la campaña pasada con Víctor Muñoz en el banquillo, desde la llegada de su padre al banquillo Adrián ha sido titular con asiduidad en el once del Getafe. El joven jugador está siendo pitado sistemáticamente por la grada, y es que Adrián ha contado con una gran cantidad de minutos en los que apenas ha aportado nada al grupo. Flaco favor le ha hecho su padre además al alinearlo fuera de su posición natural, en el mediocentro, dejando en el banquillo a un jugador de la importancia de Casquero. El partido de la décima jornada contra el Deportivo convirtió la situación en irreversible: Adrián fue alineado por delante de Boateng como único centrocampista creador y el resultado fue un 0-2 en contra y un Getafe incapaz de crear situaciones de peligro ante un Depor que se había quedado con 9 jugadores tras las expulsiones de Riki y Sergio. El cabreo de la grada fue mayúsculo y desde entonces Míchel no le ha vuelto a poner en el Coliseum, excepto en el último partido de Copa ante el Málaga, en el que su padre decidió sacarle en el minuto 62 junto al canterano Adrián Sardinero para mitigar así una posible pitada. Lo más razonable es que el chaval saliera cedido. En este mercado invernal se le ha estado buscando salida en el Villarreal B y en la liga francesa, sin embargo el jugador a día de hoy continúa en la plantilla.

Inconsistencia en el juego, muchos problemas para vencer a equipos con inferioridad. Hasta en cinco ocasiones ha jugado con superioridad numérica (Athletic contra 9, Madrid contra 10, Deportivo contra 9, Xerez contra 10, Villarreal contra 10) y solo consiguió vencer dos de esos partidos. Tanto jugadores como cuerpo técnico y directiva reconocen que por errores puntuales se han dejado de sumar algunos puntos que se tenían prácticamente en el bolsillo. Al equipo le está costando demasiado coger un estilo definido, aunque ya es palpable la mejoría en el último mes de competición. Sigue intercalando rachas de buen juego con otras en las que desaparece completamente de los partidos. Eso si, las individualidades de jugadores como Pedro León, Soldado o Albín están bastando para sumar puntos en encuentros en los que no se funciona como grupo. Los resultados llegan en bastantes ocasiones sin buen juego, cambiando la tónica de temporadas anteriores en las que el equipo jugaba muy bien pero sin acierto de cara a gol.

La baja asistencia de público al Coliseum, algo que viene siendo habitual en las últimas campañas. Rara vez se han superado los 10.000 espectadores, y eso que ya han pasado por el Coliseum equipos de gran tirón como el Valencia y el Barcelona. El club cuenta con unos 9.800 abonados, cifra que espera aumentar con el lanzamiento de un nuevo cupo de abonos para la segunda vuelta con precios de entre 100 y 300 euros.

La cantera sigue sin dar el salto al primer equipo. Y eso es algo vital para estos equipos de presupuesto medio-bajo, aunque es cierto que desde la secretaría técnica lo están solventando con una política de cesiones de jugadores jóvenes modélica. El único canterano que había asomado la cabeza en el primer equipo era Juanfran, pero el interior diestro fue fichado este verano por el Real Madrid para el Castilla. Durante la pretemporada otros jugadores como Adrián Sardinero, Escasi y el brasileño Richi aparecieron con frecuencia dando un gran rendimiento al equipo (Sobre todo Sardinero, delantero de 19 años, autor de dos goles ante Hoffenheim y Gimnástica Segoviana y que por fin debutó en partido oficial el pasado miércoles contra el Málaga). El filial getafense marcha segundo en el grupo VII de Tercera División, detrás del Rayo Vallecano y con 45 goles es de largo el más acertado de la categoría. De cara al futuro es importante que jugadores como el ya mencionado Adrián Sardinero o Alberto de las Heras (con 14 goles, pichichi de la categoría) estén en buena forma ante la falta de “nueves” en la primera plantilla.