29 de marzo de 2009

DELANTERAS MÍTICAS: ANDY COLE Y DWIGHT YORKE

La dupla más mortífera de finales de los años noventa estaba formada por dos jugadores a los que costaba distinguir entre sí, Andy Cole y Dwight Yorke. Uno británico, el otro de Trinidad y Tobago, tenían una afinidad especial. Siempre sabían lo que iba a hacer el otro, parecían conectados por una extraña telepatía. Formaron una delantera con mucho gol y una vertiginosa velocidad.


Andrew Cole llegaba al Manchester en enero 1995 procedente del Newcastle. Mientras pertenecía a los ‘diablos rojos’ conquistaría cinco títulos de Liga consecutivos, así como el famoso triplete de 1999, en su primer año junto a Dwight Yorke. El punta inglés se marcharía de Manchester con un registro de 93 dianas en 195 encuentros. Su salida coincidió con la llegada de nuevas estrellas, como Ruud Van Nistelrooy. Únicamente Alan Shearer ha anotado más tantos en la Premier League que Andy Cole. El ariete blanquinegro anotó un total de 261 goles frente a los 187 de Cole. Tras su época dorada, probó en las disciplinas de Blackburn, Fulham, Manchester City, Portsmouth, Birmingham y Sunderland entre otros, pero su llama se había ido apagando.


En la temporada 2007-2008 se reencontró con su amigo Yorke en las filas del Sunderland, bajo las órdenes de Roy Keane. El irlandés intentó revivir el pasado, juntando de nuevo a las dos viejas glorias, ambos con 36 años, pero los años pasan para todos.


Dwight Yorke jugó para el Manchester United durante cuatro años. Nombrado en algunas ocasiones como ‘smiling assasin’ (asesino sonriente), se caracterizaba por su potencia, su inteligencia y su letal disparo. Llegó al United procedente del Aston Villa, donde había permanecido nueve temporadas, y contribuyó a la consecución del triplete en su primer año. En su etapa como jugador rojo demostró que sabía hacer daño, anotó 47 goles en 96 partidos. Tras su estancia en Australia, en la actualidad Dwight juega en el Sunderland desde 2006. El futbolista de Trinidad y Tobago ya no posee la velocidad endiablada de sus días en Manchester, por lo que aporta su calidad y su experiencia reconvertido en centrocampista. Si bien su ex-compañero Cole ya ha colgado las botas, Yorke aún exprime sus últimos momentos en el fútbol. Todo un ídolo que llevó a la selección de su país a disputar la fase final de un Mundial en 2006 de la mano de Leo Beenhakker. Una auténtica proeza.

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