Un nuevo conflicto empieza a aflorar en Can Barça. La magnífica delantera del FC Barcelona, formada por grandes estrellas del panorama mundial, junto a la interesante superproducción de La Masía en los últimos años, ha dado como resultado un excedente en ataque que está empezando a sufrir la entidad barcelonista. Son muchas las opciones de las que dispone Pep Guardiola en su punta de lanza, pero ahora empiezan a crecerle los rompecabezas.
El mal momento del 'gigantón sueco' es el principal de los problemas. Ibrahimovic ha perdido el olfato y el temple. Juega al límite cada minuto y, pese a haber hecho buenos partidos, no está hábil de cara al gol. Si tengo que elegir un adjetivo que le defina, sin duda es "desquiciado". 'Ibra' es un fijo en el once, pero mientras no recupere su nivel no será de gran ayuda. Desde mi punto de vista, está siendo una de las claves del bajón de los azulgrana.
La lista de problemas no acaba aquí. La ansiedad de Bojan, que empieza a ganar minutos en el equipo; el nulo protagonismo de Henry, apartado e ignorado por el técnico; la eclosión de un nuevo talento, llamado Pedro y que cada día es mejor futbolista; la indiscutible Messi-dependencia o el eterno debate centro-banda, banda-centro que persigue a Andrés Iniesta. Todos estos ingredientes hacen que cada alineación sea alta cocina para el entrenador. Hay que tener a todos contentos, pero, al fin y al cabo, sólo juegan tres.
En resumen, el equipo no encuentra fácilmente el sendero del gol. 'Ibra' está desmotivado, Henry se aburre esperando minutos y Bojan no responde como una alternativa de garantías. Algo no gira con suavidad en la máquina engrasada por Guardiola, los kilómetros empiezan a pasar factura y, para colmo, el Real Madrid se ha colocado líder (con empate a puntos), presionando, aún más si cabe, a su eterno rival. El FC Barcelona no está mal, pero ha perdido el brillo y la magia. Recuperará ambas cosas, seguro, y entonces veremos un espectacular final de Liga. Pasen y vean...
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