Si el año pasado nos sorprendíamos con la cantidad de puntos que sumaban Real Madrid y Barcelona, lo de este año no es normal. Pero no nos dirigimos hacia una liga donde el campeonato tendrá que decidirse en un partido de desempate tras haber ganado, madrileños y catalanes, todos sus encuentros. Eso es exagerado,aunque yo tampoco veo normal que cada año se pulverice el récord de puntos.
FC Barcelona y Real Madrid poseen las mejores plantillas del mundo sin discusión. Nuestra liga, aunque dividida en varios bloques, cuenta con seis o siete equipos capaces de medirse a cualquier conjunto europeo sin desentonar. Jugadores como Ibra o Robinho no tienen hueco en este torneo; si ésto sigue así no se cómo será dentro de dos o tres años.
Pero esta liga sigue teniendo emoción. Es más duro para los aficionados de los clubes pequeños y medios. Sus ilusiones no pueden apuntar tan alto cómo hace diez años, pero como espectador, la lucha por el descenso y las competiciones europeas se muestra apasionante. El duelo entre los blancos, actuales líderes, y los azulgrana es de una presión inaguantable. Compiten en márgenes minúsculos enfrascados en una auténtica pelea matemática. La diferencia no supera el punto y un empate deja el mismo sabor que una derrota. Mirándose de reojo van batiendo a sus adversarios a la vez que derribando sus propias marcas.
Nunca he vivido un campeonato tan igualado. El esfuerzo que necesitan clubes como Sevilla, Villarreal o Atlético de Madrid para destacar está haciendo que crezcan a un ritmo espectacular y pronto tendremos una liga aún mejor. Ya disfrutamos de delanteras como Nilmar y Rossi, Adúriz y Soldado, Kun y Forlán, envidiables en todo el planeta. Estos equipos aún no están a la altura de Madrid y Barça... pero cada vez están más cerca.
P.D. No estoy de acuerdo con el funcionamiento de los contratos televisivos.
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