27 de mayo de 2010

DRAMA, TIROTEO Y ELECCIONES

El FC Barcelona ha empezado el verano con los deberes hechos. Con la Liga en el saco, los azulgranas han sido los primeros en reforzarse, ¡y de qué manera! El asturiano David Villa ha llegado un año más tarde de lo previsto, pero ya es oficialmente jugador del Barça y viene a apuntalar una delantera que, ojalá, le veamos compartir con Zlatan Ibrahimovic. En el caso del sueco, vagamos a la deriva entre el torrente informativo de la prensa y ya no hay quien se aclare, puede irse o quedarse, no hay nada decidido.

La relación Zlatan-Barcelona puede convertirse en un problema, pero para dramas... atención a Cesc. Uno de los alumnos más aventajados de La Masía quiere volver a casa y enfundarse de nuevo esa camiseta que le vio crecer. El jugador ha afirmado que quiere ser jugador del FC Barcelona y nada le hará cambiar de idea. El Barça le quiere y, pese a en otras ocasiones  haberse negado a pagar una gran cantidad por un futbolista que tuvieron, están dispuestos a hablar, negociar y desembolsar. Aquí se cruzan los problemas. Cesc quiere irse al Mundial siendo culé de nuevo. Arsene Wenger no quiere desprenderse de su buque insignia. El Arsenal quiere hacer caja. Y el Barcelona lo quiere bueno, bonito y barato. Esto puede ir para largo señores...

Dejando de lado la parcela deportiva del club, las elecciones que marcarán una nueva era post-Laporta están trayendo más jaleo del esperado. Los candidatos han iniciado una encarnizada lucha con Sandro Rosell, el único aspirante que brilla con luz propia, y los balazos alcanzan a oirse en toda la península. Sandro se postula como el más inteligente y el claro favorito, pero a su alrededor claman más por su cabeza que por su victoria. El ex-vicepresidente trae un lavado de cara para el club y, aunque igualar la hazaña de Jan como presidente es casi utópico, parece el más preparado de los candidatos

Rosell tiene dos grandes ventajas. En primer lugar, la gente le quiere tras su anterior etapa como directivo y se le considera autor del fichaje de Ronaldinho. Su otra carta en la manga es un defecto de sus adversarios más que su propia virtud. Los aficionados del FC Barcelona ya están hartos de los comentarios fuera de lugar de su presidente, de su carácter y de su política. El continuismo se basa en alargar una pose rechazada por los seguidores. Todos los aspirantes conservadores están aplicando el 'método Laporta' en contra de Sandro Rosell y están engordando las diferencias entre Jan y él sin tener lo más mínimo que ver. Están demostrando algo que no quiere el aficionado. Acusaciones, insultos, supuestos rumores, trapos sucios... no creo que hubiese dudas si Laporta pudiese quedarse, pero a la hora de poner a otro, evitas los defectos del anterior. A Jan le cubren las espaldas los títulos conseguidos, pero ¿quién le cubre las suyas a Godall y compañía? Ellos creen que Laporta les apoyará desde la sombra, pero están muy equivocados. El 'presi' tiene demasiados planes en mente en su odisea política... 

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